El Efecto Pigmalión
En este día de votación demos una vuelta de tuerca y veamos otras…
quiero compartir con Uds. el efecto Pigmalion,
me lo envío mi Prof. de metafísica, esos mitos o no que la historia nos cuenta.
Pensemos que decimos, como lo decimos a quien donde y cuando….
El origen de la palabra se remonta a un mito griego en el que Pigmalión,
rey de Chipre, buscó durante mucho tiempo a la mujer perfecta para casarse.
Frustrado por su búsqueda infructuosa decide dedicar su vida a crear hermosas
esculturas. Una de ellas era tan bella que se enamoró y le dio como nombre
Galatea. Era tanta la devoción y el amor que Pigmalión tenía por esa estatua
que la trataba como si fuera real. Un día soñó que Galatea estaba viva y al ver
esto Afrodita intervino. Cuando Pigmalión despertó Afrodita le dijo “mereces la
felicidad, una felicidad que tu mismo has creado. Aquí tienes a tu reina, ámala
por siempre.” Pigmalión miró sorprendido a su estatua, se acercó a ella, la
sintió tibia, besó sus labios y Galatea cobró vida y se convirtió en humana.
El Efecto Pigmalión se refiere a los sucesos que generan la creencia que
una persona tiene sobre otra y que puede influir en su rendimiento o en las
decisiones que esta última toma en su vida. En pocas palabras es el efecto o resultado
de lo que una persona dice y una o muchas otras lo creen. Por ejemplo: Si una
persona en quien confías te dice que eres brillante, te lo repite durante un
tiempo determinado y le crees, al final terminarás siendo brillante por el
efecto que produce en tu mente el hecho de creerlo.
El efecto también se produce sobre las creencias que tenemos sobre
nosotros mismos, que muchas veces pueden estar fundadas en las construcciones
que hemos hecho a partir de lo que otros nos han dicho.
El Efecto Pigmalión se basa en una “realidad aparente” que se instala en
el inconsciente de una persona y se vuelve real. Son expectativas que se
vuelven reales a partir de creer que así es.
El caso típico que se describe en la Psíco Meta Física es el de los
“decretos”. Un decreto es un expectativa sobre algo que pretendemos que suceda.
Si orientamos nuestra energía hacia esa expectativa, creemos que es real, le
ponemos voluntad y somos perseverantes, indiscutiblemente esa expectativa se
materializará. Pero, para que el “decreto” funcione primero debemos creer que
tenemos la capacidad y el poder de hacerlo realidad. Si a través de nuestra
historia de vida construimos una creencia fuerte, tenaz, clara y abierta
seguramente que la misma funcionará con un efecto “positivo”, si no fuera así
el efecto será el contrario.
“El efecto de la creencia es multiplicador”.
Por tal motivo podemos describir dos tipos de Efecto Pigmalión:
El efecto positivo es aquel que produce en los otros o en nosotros
confianza, seguridad, apertura mental y aumento de la autoestima.
El efecto negativo es el que produce inseguridad, baja autoestima,
bloqueos y falta de confianza en si mismo.
Marlene Sigal
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